Seminario
de literatura contemporánea en lengua española. Clase sobre “Los cuentos del
cine” de Horacio Quiroga. Expositor: Leonel Ríos. Miércoles 02/05/12
Ejes
de análisis para El Espectro, El Puritano y El Vampiro
1)
Doble:
a-
“…en el nivel más abstracto, el pandeterminismo significa que el límite entre
lo físico y lo mental, entre la materia y el espíritu, entre la cosa y la
palabra deja de ser cerrado… lo sobrenatural comienza a partir del momento en
que nos pasamos de las palabras a las cosas que esas palabras se supone que
designan.”.
b- “Puede decirse que el común
denominador de los dos temas, metamorfosis y pan-determinismo, es la ruptura
(es decir, al mismo tiempo, la puesta en evidencia) del límite entre materia y
espíritu. Podemos así, anticipar una hipótesis relativa al principio generador
de todos los temas reunidos en esta primera red (TEMAS DEL YO): el paso del
espíritu a la materia se ha vuelto posible.” Todorov.
A
partir de los temas del yo:
c- “en el primer grupo, la fuente de la otredad, la amenaza, está en el yo. El
peligro parte del mismo sujeto… La aplicación exagerada de la voluntad o
el pensamiento humano crea una situación destructiva… que sólo puede
contrarrestarse corrigiendo el ‘pecado’ original de la extralimitación, de
la mala aplicación del conocimiento humano o el procedimiento científico.” Jackson.
°Para
comenzar con este tópico, en el relato El
Vampiro, se dan diferentes tipos de duplicaciones, de rupturas de los
límites entre materia y espíritu, ellas son: en primer lugar, hay una doble (el
espectro de Ella) de una actriz de carne y hueso (a la que no se accede en ningún
momento del relato).
Luego
están Rosales y Grant que muchas veces completan los pensamientos y frases del
otro mutuamente (“si entre la mirada de un desconocido que echa sus
cartas sobre la mesa y la de otro que oculta las suyas ha existido
alguna vez la certeza de poseer ambos el mismo juego, en esa
circunstancia nos hallábamos mi interlocutor –hablante y oyente a la vez- y yo”; “… ¿sabe usted, señor Grant, qué
ha faltado a mi obra?” “una finalidad –murmuré- que usted creyó divina…).
En
cuanto a la duplicación de imágenes, se puede leer un párrafo significativo: “…si
la retina impresionada por la ardiente contemplación de un retrato puede
influir sobre una placa sensible al punto de obtener un “doble” de ese
retrato (que de por sí ya es un
doble), del mismo modo las fuerzas vivas del pueden, bajo la
excitación de tales rayos emocionales, no producir, sino “crear” una
imagen en un circuito visual y tangible...”
También
se da, como en otros relatos que toman el tema del doble, la muerte del
personaje (Rosales) cuando se da la del otro:
la muerte del espectro en manos de Rosales y su reaparición generada después por
éste es la que lleva al vaciamiento de la vida de Rosales en manos de la
vampiresa.
Por
otra parte, se puede destacar una duplicación por parte del mismo narrador que
se plantea en el siguiente momento: “En las horas diurnas estoy seguro
de que un individuo llamado Guillermo Grant ha proseguido activamente el
curso habitual de su vida… desde las 21, y noche a noche, me he
hallado en el palacete…”. Aquí hay un tercero (Guillermo Grant) que vive de día,
y un yo que se halla (pareciera que física y también emocionalmente) en la
compañía de Rosales y del espectro, pero ambos responden a un mismo referente.
Cabe mencionar además que en el mismo párrafo, Grant establece un paralelo
entre él y Ella cuando dice que “he sido un fantasma creado para desempeñar ese
papel. Mi existencia real se ha deslizado… bajo la alcoba amorosa…”. Él como
Ella fueron creados para esos roles, y la existencia de ambos se deslizó como
de una pantalla.
Por
último, es llamativa la siguiente frase que se encuentra cerca del final del
relato: “siempre ha habido y habrá allí un esqueleto… dos amigos… y una
alucinación…”. Si vemos los números 1 (un esqueleto y una alucinación) ambos
responden al mismo referente que es Ella. El número 2 responde a los amigos que
parecen, a veces, las dos caras de una misma moneda. Si además se tiene en
cuenta la disposición de los números en la oración, estos forman un número
capicúa (121), que se puede leer como “un esqueleto (real-tangible) y dos
sujetos que lo separan de una alucinación (irreal-intangible)” o
viceversa. Lo que queda claro es que ellos dos separan a uno del otro.
-En
El Espectro también se dan algunas
duplicaciones, por ejemplo: al igual que en el caso anterior, tenemos a los
actores reales y a sus personajes ficticios respondiendo a un mismo referente
(si bien acá el personaje de Duncan no aparece desde el principio como un
espectro sino que se transforma gradualmente en él).
También
se da como en el relato anterior un desdoblamiento del narrador que comenta:
“La luz se apagó, se encendió y tornó a apagarse, sin que lograra reposarse una
sola idea normal en el cerebro de Guillermo Grant…” e inmediatamente dice “yo
fui toda la vida dueño de mí”. Nuevamente hay una mirada externa sobre sí mismo
por parte del narrador que se “sale de sí” (como en el caso anterior) cuando la
figura espectral está muy cerca de “tocarlo” (o verlo).
El
texto ofrece también otras duplicaciones que responden al tipo de doble
funcionalidad o doble cara para los personajes: “Wyoming que era su marido, era
también mi mejor amigo” “Cuatro meses… transcurridos desde la muerte del hombre
que ella amó (marido), del amigo que me había interpuesto como
un velo protector entre su mujer y un nuevo amor.” Aquí aparecen
de nuevo dos extremos y un límite entre ellos: Wyoming, límite del amor entre
Enid y Grant, o Grant como límite entre Enid y Wyoming. (Se puede ver también
como un triángulo amoroso)
Cabe
mencionar también que como en muchos casos de dobles (W. Wilson, D. Gray, Club
de la pelea) cuando el sujeto real intenta eliminar a su otro es a sí mismo a
quien termina eliminando: “Yo lo vi adelantarse, crecer, llegar al borde mismo
de la pantalla, sin apartar la mirada de la mía. Lo vi desprenderse, venir
hacia nosotros en el haz de luz; venir en el aire por sobre las cabezas de la
platea, alzándose, llegar hasta nosotros con la cabeza vendada. Lo vi extender
las zarpas de sus dedos... a tiempo que Enid lanzaba un horrible alarido, de
esos en que con una cuerda vocal se ha rasgado la razón entera, e hice fuego.
No
puedo decir qué pasó en el primer instante. Pero en pos de los primeros
momentos de confusión y de humo, me vi con el cuerpo colgado fuera del
antepecho, muerto.”.
-Por
último, en El Puritano, se mantiene
la doble referencialidad de los actores (por una parte fueron –ya están
muertos- gente real, por otra, siguen siendo personajes de ficción –porque en
ellas no mueren). (Acá también se puede pensar en el triángulo).
2)
Vampirismo:
a-
TEMAS DEL TÚ “El punto de partida de esta segunda red es el deseo sexual. La
literatura fantástica describe en particular sus formas excesivas así como sus
diferentes transformaciones o, si se prefiere, sus perversiones… De la misma
manera, las preocupaciones relativas a la muerte, a la vida después de la
muerte, a los cadáveres y al vampirismo están ligadas al tema del amor.”
b-
Deseo-muerte: “… el parentesco de estos dos temas es, por lo demás, bastante
conocido. Su relación no es siempre la misma pero puede decirse que está
siempre presente. En Perrault, por ejemplo, se establece una relación entre el
deseo sexual y la muerte. Esto aparece de manera explícita en Caperucita roja,
donde desvestirse, compartir una cama con un ser del sexo opuesto, equivale a
ser comido, perecer.”
c-
“Este amor por la muerte, presentado aquí bajo una forma ligeramente velada y
que en Gautier corre parejo con el amor por una estatua, por la imagen de un
cuadro, etc., recibe el nombre de necrofilia. En la literatura fantástica, la
necrofilia toma por lo general la forma de un amor con vampiros o con muertos
que volvieron a habitar entre los vivos. Esta relación puede, una vez más, ser
presentada como el castigo de un deseo sexual excesivo, pero también puede no
recibir una valoración negativa.” Todorov
°En
relación con este eje, se puede ver en El
Vampiro que el amor/deseo sexual llevado al límite por Rosales al extraer
de la pantalla al espectro de Ella es el que lo conduce a la muerte. Y además,
esta actividad de dar vida al espectro es realizada dos veces por Rosales. La
primera vez, por deseo, por voluntad, como dice Grant “tiene usted una fuerza
de voluntad terrible”, pero la segunda vez no resiste darle vida al espectro no
por falta de voluntad, sino por exceso de amor, como también aclara Grant “¡Su
amor! Usted no puede verlo, porque está bajo su imperio. Yo lo veo. La pasión
de ese... fantasma, no la resiste hombre alguno.”, y como vemos, Rosales
tampoco lo resistió.
Como
bien advierte el narrador hacia el final del relato, Ella era como un vampiro,
pero aunque de un modo diferente, Rosales fue un vampiro. El extrajo la no-vida
de la pantalla y la insertó en este mundo (por exceso de deseo), luego le quita
esa cuasi-vida al espectro para devolverla a la no-vida nuevamente, y por
último, vuelva a sacarla de la pantalla. Él, como se ve, juega a crear y
destruir vida, sólo que no es una existencia “real” lo que crea o destruye.
Ella, por su parte, desde su primera aparición comienza a succionar la vida de
Rosales, pero no es hasta su segunda aparición que esto se convierte en algo
fatal.
-En
El Espectro se da también una
absorción de la vida de Enid y Grant por parte del espectro de Duncan, pero
esta es generada por los amantes que, haciendo excesivo su deseo de olvidar y
“limpiar sus culpas” (como dice Grant “¿Qué debíamos olvidar? La presencia del otro,
vibrante en el haz de luz que lo transportaba a la pantalla palpitante de la
vida…”. y agrega después con respecto a la culpa “…para nosotros -Wyoming, Enid
y yo- la escena filmada vivía flagrante, pero no en la pantalla, sino en un
palco, donde nuestro amor sin culpa se transformaba en monstruosa infidelidad
ante el marido vivo...”), repiten, reviven, para olvidar. Finalmente, el exceso
de sus deseos lo lleva a la muerte a Grant, primero, y luego a ella.
-Finalmente,
en El Puritano, tenemos a una actriz
(que el narrador decide no nombrar –como en El
Vampiro) que decide quitarse la vida por un amor no correspondido.
Nuevamente, un amor excesivo conduce a una muerte. Desde el suicidio de Ella,
Mac Namara comienza a perder la vida en sus visitas al cine, su amor excesivo
(que recién ahora conocemos) lo conducen a él ahora hacia la muerte. En este
relato no hay una valoración negativa con respecto a ese amor llevado al
extremo, ya que es él (y sus extremas acciones y consecuencias) el que permite
a los amantes una vida juntos en la muerte.
3) Mirada/visión:
a-
“La topología del fantástico moderno sugiere una preocupación por los problemas
de visión y visibilidad, ya que se estructuran alrededor de imágenes
espectrales: es notable la cantidad de fantasy que introducen espejos,
cristales, reflejos, retratos, ojos –que ven las cosas con miopía, o
deformados, como fuera de foco- para transformar lo conocido en desconocido”
b-
“en una cultura que iguala lo ‘real’ con lo ‘visible’, y otorga al ojo la
preponderancia sobre los otros órganos sensoriales, lo irreal resulta aquello
que es invisible. Lo que no se ve, o amenaza con ser invisible, sólo puede
tener una función subversiva en relación con un sistema epistemológico y
metafísico que hace de ‘ya veo’ un sinónimo de ‘comprendo’. El conocimiento, la
comprensión y la mirada, mediante el
‘ojo’ y el ‘yo’ (que en inglés suenan
igual- I y Eye) del sujeto humano, cuya relación con los objetos se
estructura a través de su campo de visión. En el arte fantástico, los objetos
se perciben con facilidad a través de la mirada…”
c- “El
fantasy establece la ausencia de distinciones divisorias, violando la
perspectiva ‘normal’… se interesa en los límites, en las categorías
limitadoras, y en el proyecto de su disolución.”. Jackson
d-
“toda aparición de un elemento sobrenatural va acompañada de la introducción
paralela de un elemento perteneciente al campo de la mirada. Se trata, en
particular, de los lentes y el espejo que permiten penetrar en el universo
maravilloso.”
e- “Por
consiguiente, sería más justo decir que en Hoffmann, lo que se encuentra
relacionado con el mundo de lo maravilloso no es la mirada en sí, sino esos
símbolos de la mirada indirecta, falseada, subvertida, que son los lentes y el
espejo.”. Todorov
° Con
respecto a la mirada, la vista, los ojos y la luz los tres cuentos hacen uso
del recurso de una forma similar.
-En
El Vampiro el espectro “nunca jamás
saldrá de la niebla doliente en que se arrastra”. Los ojos son el único
proveedor de sensaciones, como bien dice Grant en una sección del relato “yo la
sentí sin mover los ojos”; ellos ven incluso cuando no se los usa
voluntariamente, dice Grant “cerré mis ojos y vi entonces, en una visión
brusca…”.
Sobre
la luz y las películas dice Grant “hay, sin duda, algo más que luz galvánica en
una película; pero no es vida”, y agrega Rosales más adelante en el relato: “Yo
partí del entusiasmo de una sala a obscuras por una alucinación en movimiento.
Yo vi algo más que un engaño en el hondo latido de pasión que agita a los
hombres ante una amplia y helada fotografía.”. Como en el cine, se está a
obscuras para ver una luz que simula ser vida, pero no lo es.
Asimismo,
las luces y las sombras van limitando o ampliando, según el caso, el alcance de
la visión del narrador, que narra en primera persona (como en los otros relatos),
y que, por lo tanto, mostrará sólo aquello que sus ojos tienen al alcancen para
ver.
-En
El Espectro sucede algo parecido: los
ojos reciben el siguiente tratamiento: “Sus ojos, sobre todo, fueron únicos; y
jamás terciopelo de mirada tuvo un marco de pestañas como los ojos de Enid”, o
“La mirada de Enid era la vida misma”.
La
sombra es vista como una de las cosas más consistentes ya que dice el narrador
que “entre él y yo se había levantado algo más consistente que una sombra”, y
cerca del final se lee qué tan consistente es lo que no se ve, ya que en siete
palabras se encuentran tres tipos de invisibilidades: “…en la niebla invisible
de lo incorpóreo…”; y nuevamente es la luz de la pantalla la que
mantiene con vida a los muertos “…Wyoming vivía sólo por una ironía de la
luz.”.
-Por
último, en El Puritano, existen
frases como “por entre su hojas replegadas, en las noches claras la Luna invade
gran parte del obscuro hall”.
En
este relato, hay una descripción de una cinta como un simulacro de vida, aunque
está narrada ahora desde la vereda de enfrente: “La impresión fotográfica en la
cinta, sacudida por la velocidad de las máquinas, excitada ´por la ardiente luz
de los focos, galvanizada por la incesante proyección, ha privado a nuestros
tristes huesos de la paz que debía reinar sobre ellos”, y aquí vemos cómo la
luz de la proyección proyecta vida
sobre la imagen.
Por
último, los ojos, que nuevamente cuando están abiertos pueden ver algo que no
es real, y que cuando están cerrados ven algunas cosas mejor que si estuvieran abiertos:
“Tampoco debía ser risueño lo que pasaba por el corazón del puritano, cuya
mujer e hijos dormían en sosiego, pero cuyos ojos contemplaban viva a la
actriz. Hay sentimientos a los que no se puede dar cuerpo verbal, mas que es posible
seguir perfectamente con los ojos cerrados”.
Con
respecto a los dispositivos visuales queda claro el papel principal que juegan
el cinematógrafo y las fotografías en estos relatos.
En
los tres relatos la pantalla funciona como un límite aunque con diferentes
matices:
-
en El Vampiro ese límite que
representa la pantalla es transgredido y de este dispositivo emana una
emulación de vida. La pantalla es el límite entre lo ideal y lo real, y al ser
traspasado, lo ideal se sumerge en la realidad.
-En
El Puritano la pantalla representa un
límite que separa a los amantes en un principio (si bien la vida también los
separó) y que impide como en el El
Espectro, que los vivos sigan su vida felizmente y que los muertos
descansen en paz. En este caso la pantalla también funciona como un límite (en
el sentido de obstáculo) para pasar a la muerte, ya que los actores no pueden
descansar en paz porque las “vidas fingidas” que actuaron los mantienen vivos
en este mundo.
-
En El Espectro pasa exactamente lo
mismo que en el caso anterior aunque los hechos son narrados desde el punto de
vista opuesto.
Cabe
marcar una diferencia entre estos relatos: Wyoming puede mirar a los amantes
desde la pantalla, en cambio, Ella no puede nunca mirar a Mac Namara
directamente (si bien nunca sabemos qué ve exactamente Mac Namara).
También
resultan interesantes los títulos de las películas que van a ver Enid y Grant. El Páramo representa esa ubicación
estratégica para aquél que todo lo quiere ver, que quiere tener una panorámica
y no perderse nada, de hecho, Duncan desde ese páramo los ve a ellos. Y Más allá de lo que se ve es todavía más
evidente, evoca directamente a un traspaso de los límites, que en este caso
tiene que ver con el sentido más importante de todos (para estos relatos), el
de la vista.
4)
Tiempo y espacio:
a-
“Es como si ‘la naturaleza limitada del espacio’… hubiera insertado en él una
dimensión adicional, donde los ‘contrarios incongruentes’ pueden coexistir…
este espacio adicional frecuentemente es reducido a un lugar, o claustro, donde
rige lo fantástico.”
b-
“El tiempo cronológico se explota en forma similar, de manera que pasado,
presente y futuro pierden su secuencia histórica y tienden a la suspensión, a
un presente eterno”. Jackson.
-
En relación con el espacio, en los tres cuentos existen claustros, o espacios
cerrados, confinados. En El Espectro
y El puritano, aparece el
cinematógrafo en ambos casos (espacio cerrado y oscuro) y, además, en El Puritano está el guardarropa donde
“viven” los actores muertos; en El
Vampiro, contamos con un lujosísimo comedor. Es siempre en estos espacios
cerrados y medio en penumbras donde surgen los elementos fantásticos, los
espectros.
-En
relación con el tiempo, cabe mencionar que en El Vampiro todas las medidas de tiempo transcurren en un mes.
Si bien el tiempo pasa, que sea siempre la misma cantidad de tiempo que se usa
para dividir los hechos mezcla con la idea de progresión la sensación de
repetición. Los grandes períodos de tiempo son siempre medidos en un mes (hay
cinco “un mes” en todo el relato).
En
El Espectro pasa lo mismo, pero la
medida ahora son dos meses: “dos meses” es usado dos veces como medida
de tiempo, y “cuatro meses” (su doble) es usado una vez.
En
El Puritano, dada la naturaleza del
narrador (un no-vivo), el tiempo por naturaleza es el de un presente eterno.
Para
medidas de tiempo menores, se usan en los tres relatos las frases “día tras
día” y “noche tras noche”, que a su vez generan la misma sensación que el
recurso anterior: se da la idea de paso del tiempo pero las actividades que se
realizan en esos “días tras días” son siempre las mismas, lo que deja una idea
de repetición más que de progreso.
Ejes
de análisis para Miss Dorothy Phillips:
En
este último relato, se dan algunos de los tópicos referidos para los relatos
anteriores, aunque de una forma diferente dado el género de este cuento (no es
fantástico, es realista).
1)
Doble: para comenzar con este tópico, tenemos que referir al personaje que crea
Grant sobre sí mismo. Para poder acercarse a Miss Dorothy Phillips él necesita ser
otro, ser millonario, importante y encontrarse dentro del mundo Hollywoodense,
por eso se hace pasar por un editor adinerado que heredó su fortuna.
A
su vez, y como en los otros dos relatos donde aparece el personaje, Grant en un
momento se desdobla, tanto en su discurso (pasa fugazmente de una primera
persona a una tercera: “Sirva, por lo menos, para autorizar la resolución muy
honda del que escribe estas líneas, que tras el curso de sus inquietudes ha
decidido casarse con una estrella del cine.”), como en sus actividades diarias:
“En ciertos malos momentos he llegado a vivir dos vidas distintas: una durante
el día, en mi oficina y el ambiente normal de Buenos Aires, y la otra de noche,
que se prolonga hasta el amanecer. Porque sueño, sueño siempre.” (aquí también,
además del doble, se puede pensar en la vampirización por parte de la pantalla
del cine).
Siguiendo
con los números 2 y los las dobles caras, tenemos a un personaje que se
comprometió dos veces con “mujeres reales” y que va por un tercer compromiso
con una estrella. Una estrella a la que conoce desde hace quince días en el
relato, pero que ocupa su pensamiento desde hace dos años: “Yo la miro
con atención –le dije- porque durante dos años he pensado en usted cuanto puede
un hombre pensar en una mujer…”.
En
relación con las estrellas de cine tenemos las siguientes citas: “…todas las
estrellas. Y algunas repetidas. Demasiado repetidas, es la palabra, para un
simple editor…”, y luego se agregan durante el relato dos parlamentos más donde
las palabras “estrella” y “astrónomo” cargan con un doble sentido: “Porque las
estrellas (de cine y del cielo) de
día lucen poco. Tienen manchas y arrugas”, y más tarde tenemos “parece que los
astrónomos de mi jaez abundan en Los Ángeles –efecto del destello estelar-.”
Para
terminar con este tópico, se encuentra, como en los otros relatos, una doble
referencialidad por parte de los actores (refieren a la persona física real y
al personaje ficticio que se ve en las imágenes del cinematógrafo) que, a
diferencia de los casos anteriores, se ve invertida en dos momentos del cuento;
los actores ya no representan a personajes, son representados por ellos: “Que
usted es la mujer con más corazón y más inteligencia que haya interpretado
personaje alguno”, y más tarde “-¿me valora muy alto?. –Sí. -¿Cómo artista? –Y
como mujer. En usted son una misma cosa.”. En este caso no se da una inversión
por parte del narrador pero resulta interesante que Dorothy quiera saber si la
aprecian como artista antes que como persona.
2)
Mirada/visión: en este relato se encuentran los “ojos” con un papel
preponderante como en los otros relatos, pero este es el caso en el que más
veces aparecen. Son el motivo que busca Grant para casarse “Se notará que lo
que busca el autor es un matrimonio por
los ojos.”; su expresividad es el requisito para el éxito de una película.
El
tópico modernista de la mirada fugaz planteado por Baudelaire en A una pasante se halla presente por lo
menos en dos momentos del relato: “Porque no debe olvidarse que contadísimas
veces en la vida nos es dado ver tan de cerca a una mujer como en la pantalla.
El paso de una hermosa chica a nuestro lado constituye ya una de las pocas
cosas por la cuales valga la pena retardar el paso, detenerlo, volver la cabeza
–y perderla-. No abundan estas pequeñas felicidades”; y un poco después: “… la
única esperanza posible para el que ha resistido hasta los treinta años al
matrimonio es casarse inmediatamente con la primera chica que le guste o le
haya gustado mucho al pasar; sin saber quién es, ni cómo se llama, ni qué
probabilidades tiene de hacernos feliz; ignorándolo todo, en suma, menos que es
joven y que tiene bellos ojos.”
Además,
los ojos son el punto por el cual se puede ver el corazón de Dorothy: “(ella)
tiene una inteligencia tan grande como su corazón, y este, casi tanto como sus
ojos.”; “Todo lo que pido es que este sentimiento hacia la Phillips, que según
parece, se me ve en la cara, no sea
visto por ella. Y si lo ve, que lo guarde su corazón y me lo devuelvan sus
ojos.”
3)
Vampirismo: este tópico se relaciona en este relato directamente con el del
matrimonio. Como ya vimos anteriormente, el vampirismo está estrechamente
relacionado con el deseo y amor excesivos. En este relato los dos parlamentos
que dicen algo con respecto al matrimonio lo marcan como algo negativo, aunque
al pasar: “Yo soy el hombre más feliz de la tierra con mi mujer; pero no te
cases nunca.”, en este caso la felicidad suprema no se le desea a los demás, ya
que parece que esa felicidad causada por el amor conduce inevitablemente a la
muerte o a la muerte de una parte de uno, como lo aclara el otro extracto sobre
este tema: “…o usted se irá a pasear por Europa con una de ellas y será muerto
por la vanidad y la insolencia de su estrella, o se casará usted y se irán a su
estancia de Buenos Aires, donde entonces será usted quien la mate a ella, a
lazo limpio. Es un modo de decir pero expresa la cosa. Yo estoy casado”.
4)
El cine: como en los relatos anteriores el cinematógrafo simula vida y a su vez
la absorbe, pero en este caso no es la vida de los actores sino la de los
espectadores (aquí Grant) la que parece quitar: “(…) (el) advenimiento del
cinematógrafo (como) comienzo de una nueva era, por lo cual cuento las noches
sucesivas en que he salido mareado y pálido del cine, porque he dejado mi
corazón, con todas sus pulsaciones, en la pantalla (…)”. (se relaciona también
con el vampirismo)
A
su vez, la aparición del cinematógrafo, de esta nueva expresión de arte, requiere
primero de un nuevo tipo de artista, y al mismo tiempo despierta una nueva
sensibilidad en un público nuevo (como analiza Beatriz Sarlo en Horacio Quiroga y La Hipotesis
Técnico-Científica), para esto, la siguiente cita es bastante explicativa: “Así,
provisto de esta sensibilidad un poco anormal, no es de extrañar mi asiduidad
al cine, y que las más de las veces salga mareado. En ciertos malos momentos he
llegado a vivir dos vidas distintas: una durante el día, en mi oficina y el
ambiente normal de Buenos Aires, y la otra de noche, que se prolonga hasta el amanecer.
Porque sueño, sueño siempre.”
Esta
última cita, como así también otras en las que el narrador se dice “Cierro los
ojos y veo…”, o “duerme, corazón…”, nos acerca, a modo de indicios, al
desenlace del cuento. En este relato, que si bien es realista resulta bastante
utópico e increíble, el problema se resuelve mediante el conocimiento, en el
último párrafo, del estado de inconsciencia del narrador durante toda la
historia.
Bibliografía
consultada.
Todorov,
Tzvetan. Introducción a la literatura
fantástica.
Jackson,
Rosemary. Fantasy: Literatura y
subversión.
Sarlo,
Beatriz. Horacio Quiroga y La Hipotesis
Técnico-Científico.
Gárate,
Miriam. Crítica cinematográfica y ficción
en Horacio Quiroga.