Seminario de Literatura Contemporánea en Lengua
Española
Clase expositiva de María Izco Tobares y Graciela
Mansilla
ANTONIO DI BENEDETTO – CUENTOS CLAROS
INTRODUCCIÓN
Presentación del autor
Como primera
forma de acercamiento a Antonio Di Benedetto decidimos leer su Autobiografía, que nos permite, al mismo
tiempo, conocer datos biográficos y algo del singular estilo poético de su
escritura.
• Di Benedetto por Di Benedetto
“Autobiografía”, escrita en 1968 por encargo para una
publicación de Alemania Occidental.
He viajado.
Preferiría que mis libros viajen más que yo.
He trabajado,
trabajo. Carezco de bienes materiales (excepto la vivienda que tendré).
Una vez, por
algo que escribí, gané un premio, y después otro y después…hasta 10 de
literatura, uno de periodismo y otro de argumentos de cine.
Una vez tuve
una beca que me dio el Gobierno de Francia, y pude estudiar algo en París.
Un tiempo
quise ser abogado y no me quedé en querer serlo, estudié mucho, aunque nunca lo
suficiente.
Después quise ser periodista. Conseguí ser periodista. Persevero.
Después quise ser periodista. Conseguí ser periodista. Persevero.
Una época
anduve de corresponsal extranjero (por ejemplo, revolución de Bolivia, la que
llevó al poder a René Barrientos).
Yo quería
escribir para el cine. Pero en general no soy más que un espectador de cine, y
también periodista de cine. Una vez fui al Festival de Berlín, y otra al de
Cannes, y otra a Hollywood, el día de los Oscars, y otra… Bueno, en el Festival
de Mar del Plata una vez me pusieron en el jurado internacional de la Crítica.
Soy argentino,
pero no he nacido en Buenos Aires.
Nací el Día de
los Muertos del año 22.
Música, para
mí, la de Bach y la de Beethoven. Y el "cante jondo".
Bailar no sé,
nadar no sé, beber sí se. Coche no tengo.
Prefiero la
noche. Prefiero el silencio.
• Fragmentos de entrevistas[1]
•“Para mí el
cuento es mi hobby de novelista y, a veces me apesadumbra la incertidumbre de
que la novela puede ser mi hobby de cuentista. Yo trato de decir mis
confidencias a la palabra escrita. Ayer domingo, he leído mi último cuento y
estoy satisfecho porque ha resistido la lectura.”
• “Bueno, yo
tengo que escribir tal novela para la que ya he construido un meollo que me
nació de adentro, porque es mi falla. Entonces lo que a mí me falla, le falla a
la humanidad y yo tengo que corregirla de modo ideal escribiendo una novela.
Ahí está la cosa: el salvador, el creador, el omnipotente a través de las
palabras.”
•“Como usted
ve, soy un tipo simple. Vulgar, póngale.”
• Di Benedetto por sus colegas:
• Daniel
Espinar:
“Siempre es una cuestión lingüística. Con Di
Benedetto, en especial, siempre es una cuestión lingüística. Nos gusta hablar
del estilo de un escritor cuando reconocemos sus trucos, pero Di Benedetto no
es un mago televisivo, sino un timador profesional (…) Uno cree que conoce a Di
Benedetto, que lo tiene calado, pero no es así. Siempre es distinto.”
•Juan
Sasturain:
“(…) se lo puede tratar de ubicar según dos pautas o
criterios que están ahí, a disposición del encasillamiento crítico: por el
lugar donde vivió más de medio siglo y desde donde escribió la mayoría de su
obra, lo que llamaríamos su región de pertenencia, Mendoza; y finalmente, por
su alineamiento o desalineamiento (si cabe) dentro, fuera o tangente de las
diferentes corrientes estéticas o modalidades de escritura narrativa de su
país, su tiempo y su lengua; y ahí se suele decir que su literatura fue y es
experimental, una categoría ambigua pero sugerente de su singularidad. Este
concepto conduce casi indefectiblemente a subrayar su condición de adelantado,
prácticamente periférico, más o menos espontáneo o consciente, de algunas de
las grandes novedades en las formas del relato universal de la segunda
posguerra.”
“Leer a Di
Benedetto es una aventura literaria y existencial que merece emprenderse desde
cualquier lugar que se parta. La relativa incomodidad es la de los hermosos
zapatos nuevos que no podremos, que no nos querremos sacar nunca.”
• Mariano
Dupont:
“El punto y aparte, o mejor
dicho, el uso que Di Benedetto hace por momentos del punto y aparte, elevándolo
a la categoría de procedimiento narrativo, aísla las frases, las recluye, pero
nunca las clausura; como si esa escritura fragmentaria, frágil y apocada,
estuviera representando, oblicuamente, otra soledad, una soledad más profunda,
más urgente: la del escritor que la articula.”
• Juan José
Saer:
“Sus
narraciones provienen de una profunda necesidad personal, indiferentes a la
expectativa pública y a lo establecido y, por esa misma razón, no hay lector
atento que, en lo más íntimo, no se reconozca en ellas”
“Entre los autores de
ficción de este idioma y de este siglo, Di Benedetto es uno de los pocos que
tiene un estilo propio, y que ha inventado cada uno de los elementos
estructurantes de su narrativa.”
“Los que tuvimos la suerte
de ser sus amigos –lo que no estaba exento a veces de afectuosas dificultades–
sabemos además que en la obra estaba presente la integridad de la persona,
hecha de discreción, de penetración amarga, de abismos afectivos, de nobleza y
de ironía. En 1976, las marionetas sangrientas que impusieron el terrorismo de
Estado, lo arrestaron la noche misma del golpe militar y, sin ninguna clase de
proceso, lo mantuvieron en la cárcel durante un año. Los notables mendocinos
que había frecuentado durante décadas se lavaron las manos, de modo que cuando
salió de la cárcel, a los 56 años, lo esperaban el destierro, la miseria y la
enfermedad. Ni una sola vez lo oí quejarse, y cuando le preguntaba las causas
posibles de su martirio, sonreía encogiéndose de hombros y murmuraba:
"¡Polleras!". Pero ese año indigno lo destruyó. El elemento absurdo
del mundo, que fecunda cada uno de sus textos, terminó por alcanzarlo. Y sin
embargo, hasta último momento, a pesar de la declinación mental y física,
encaró, con la misma ironía delicada de los años de plenitud, la
inconmensurable desdicha.”
• Di Benedetto por nosotras
Como
intentamos expresar con estas citas, a partir de todo lo que leímos nos resultó
difícil intentar comunicar a nuestros compañeros una ubicación o una
clasificación de este autor dentro de la literatura argentina.
La mayoría de
los autores que consultamos suelen ubicarlo próximo a la llamada Generación Intermedia[2],
pero su búsqueda de nuevos modos narrativos también lo acercaría a la Generación del ´55 o de los parricidas que
preconizaba formas de realismo, tendencia que surgía, según Mauro Castellarín, “como una necesidad de análisis y de
síntesis para los escritores que vivieron una época signada en lo histórico,
por sucesivos golpes militares, la experiencia peronista y su posterior caída.
En el marco internacional, por la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra
Mundial. El realismo crítico supone un compromiso, no solo con la realidad
circundante, sino con la literatura misma.”
Podríamos
considerar, ¿por qué no?, que parte de su obra se inscribe simplemente en una
categoría “realista” y de allí fundamentar con la certera opinión de esta misma
autora que afirma que “Ese realismo se
instala en la narrativa junto a las técnicas cinematográficas, del
psiconálisis, del periodismo, de lo fantástico, para iluminar y buscar
respuestas a un presente inestable y fluctuante.”
Otra frecuente
clasificación lo presenta dentro de los escritores “regionalistas” o “del
interior” a falta de un criterio mejor. Pero esta última se atendría, como
expresamos en las citas de los autores, al sólo hecho de que escribió gran
parte de su obra en la ciudad en la que más tiempo vivió, su ciudad de origen,
Mendoza. Pero nos parece interesante el artículo de Delgado en el que expresa
que el término “región” aún “en sus
acepciones más optimistas, resulta un término defectivo” ya que “define
la parte incomprendida de un todo que la desborda, desplaza o desdibuja” y
por extensión se suele llamar “regionalista” a la literaturas marginales, que
no trascienden su ámbito o no han alcanzado ciertos logros formales,
confundiendo lo estético con lo geográfico. Dicho autor suma a esto la
consideración de “regional” a aquello no urbano o no porteño. Pero hay otro regionalismo,
“el que transitan aquellos escritores que
se proponen, a través de ese conocimiento empírico al que todo realismo se aferra,
un conocimiento en el presente. La región es la cuna, un lugar que se asume
como azar y destino” y cita luego a Tizón: “Nacer es una casualidad pero también una fatalidad, puesto que nadie
elige por sí mismo el lugar donde nacer. De modo que un escritor ronda y da
vueltas sobre el mismo tema, los mismos hombres y las mismas cosas. Nunca
tendrá tiempo de conocer a fondo otras es decir, tan bien como conoce las suyas
propias y, a la vez, de aprender a escribir cada vez mejor.”
Para cerrar el
tema del regionalismo también nos pareció oportuna la siguiente cita del
artículo de Prieto “El silenciero merece
ser leído no sólo como la progresiva obsesión de un hombre por el silencio,
sino también como una extensa metáfora del lugar del escritor en la provincia
(…) Estar por irse, finalmente no irse y como consecuencia de no irse, no
crecer. Aquí está otra vez escenificada la pesadilla del escritor de vanguardia
en la provincia, quien sufre, remitámonos de nuevo a Di Benedetto, “un trastorno
de jerarquía”. “
Toda la
bibliografía que consultamos destaca la influencia de Kafka (cuando él ha
manifestado no haberlo leído hasta 1954), de Horacio Quiroga, de Albert Camus, del
existencialismo y su confesada admiración por Dostoievski y Pirandello, menos
rastreables en su obra.
Por todo esto
decidimos elegir la clasificación que nos pareció más acertada para Di
Benedetto, que es la que crea Mauro Castellarín en su Tesis de doctorado y que
se divide en tres etapas:
a)
La narrativa experimental y la realista: en la que se ubicarían Mundo animal (1953), El
pentágono (1955), Cuentos claros
(1957) y algunos relatos de El cariño de
los tontos (1961), entre otros. En ellos encontramos “cuentos y novelas de carácter innovador en cuanto a la forma y la
técnica (…) La incorporación de la técnica cinematográfica y también las formas
fantásticas y alegóricas del hiperrealismo kafkiano” pero también son relatos
que se caracterizan por el neorrealismo y por la recreación de de la tradición
literaria regionalista porque casi
toda la narrativa del autor está localizada en Mendoza y en la región cuyana”.
Aunque Julio Premat hable de “aterritorialidad
referencial rompiendo el horizonte regionalista” creemos, como Mauro
Castellarín, que aunque no se haga una referencia explícita a la región cuyana,
Di Benedetto la utiliza como fuente inspiradora.
b)
La dimensión americana y la búsqueda existencial: donde se ubicarían sus novelas Zama (1956). El Silenciero
(1964) y Los suicidas (1969),
trilogía de marcado carácter existencialista.
c)
Narración y fantasía: Incluiría los relatos que retoman los postulados de
la literatura fantástica y policial de la tradición iniciada por Borges y Bioy
Casares, como Cuentos del Exilio
(1983), Absurdos (1978) y la novela Sombras, nada más… (1984) que según el
autor, en una entrevista dada a Jorge Halperín, declara que forma “una reunión de sueños”.
CUENTOS CLAROS
Resúmenes de argumentos
Enroscado
Un hombre,
Ortega, queda viudo y debe afrontar el
cuidado de su pequeño hijo, Roberto, que manifiesta un ostracismo como producto
de los grandes cambios en su vida.
Pasarán por
diferentes pensiones, dificultades económicas, momentos de incomunicación,
furia y soledad, que harán que el pequeño actúe de manera incomprensible para
un padre que no logra conjugar su trabajo con la crianza del niño.
La incapacidad
de Ortega para encontrar una solución, lo llevará a actuar de manera que la
tensión sea cada vez mayor.
Falta de vocación
En Mendoza,
Don Pascual, un jubilado de cincuenta y siete años cuya educación sólo alcanza
el cuarto grado de la escuela primaria, le alquila el departamento contiguo al
suyo a Segura, un periodista profesional, con quien entabla una cercana
relación.
Un día son
testigos de un accidente en el que un obrero cae de la construcción y pierde la
vida. Segura comenta que es la primera vez que escribirá en la sección de
policiales habiendo sido testigo del hecho y Don Pascual espera con ansiedad
para leer al día siguiente la noticia, por eso compra dos diarios diferentes
para contrastar la redacción con lo que él vio. Esto dará pie a que el jubilado
muestre sus pequeños escritos al periodista, que se asombrará al descubrir que
su amigo escribe narraciones fantásticas. Segura lo alienta a seguir
escribiendo, hecho que Don Pascual concreta hasta que argumenta que no tiene la
vocación suficiente para ser escritor, después de haber sufrido los tormentos
de su propia imaginación.
As
Un hombre
mayor, que sufrió quince años atrás una parálisis en las piernas, vive atendido
por su hija soltera, que ya de grande comienza a salir con el empleado de la
tienda familiar. Por esto la mujer contrata a Rosa Esther, una jovencita de
dieciséis años, para que cuide al anciano.
El viejo
enseñará a la chica a jugar a las damas y luego al ajedrez, que era el
verdadero interés de Rosa, y ella comenzará a ganarle con frecuencia. Jugarán
por dinero pero al ganar todos los ahorros del viejo, él apostará telas de su
tienda. Al descubrir el faltante, el empleado y la hija echan a la joven
acusándola de robo.
El padre de
Rosa Esther decide contratar a un procurador para llevar al viejo a juicio,
pero al mismo tiempo descubre la suerte de su hija para el azar y decide
enseñarle nuevos juegos para obtener un beneficio económico.
La joven
entrará en el mundo masculino del juego y conocerá a un “compadrito” que le
enseñará el póker primero y luego la explotará y la raptará para su propio
beneficio. Dos meses después, el joven volverá a la casa de su “suegro” a
comunicar que se casará y que Rosa Esther está embarazada. El abuelo del niño
especulará con la posibilidad de apropiarse de él ya que es posible que herede
la suerte de su madre.
El juicio de Dios
En 1907 en San
Rafael un tren de carga procedente de Mendoza sufre un desperfecto y queda
detenido a mitad de camino, por lo que el jefe de la estación, Don Salvador, decide
salir a prestar ayuda junto a dos peones en una zorra. En el camino, el
desierto y el esfuerzo les provoca sed, pero el agua que cargaron está
caliente. Divisan una pequeña casa y el jefe va en busca de agua fresca. Al
bajar se encuentra con una anciana y una niña que lo señala y lo llama “papá”.
La anciana
convoca a los hombres de la casa para que observen la situación y creen ver en
el jefe al hombre que sedujo a la mamá de la niña, “la Juana”, y la alejó de su
hogar, dejándolos a todos sin sus servicios domésticos. A punta de escopeta lo
secuestran sin que Don Salvador termine de comprender lo que sucede. Mientras
que los peones conjeturan sobre la tardanza de su jefe, Don Salvador es
sometido por los campesinos a un juicio familiar. Al no llegar a un acuerdo, el
viejo apela a la justicia divina para dilucidar el conflicto: si Don Salvador
es culpable, Dios hará que el tren choque con la zorra, pero para que Dios
actúe de manera directa, los campesinos deciden secuestrar y encerrar también a
los dos peones.
El tren choca
la zorra pero no ocurre la catástrofe que Don Salvador anunciaba, los
ferroviarios descienden y se acercan para solicitar ayuda y alimento, pero la
pequeña al ver a uno de ellos vuelve a decir “papá”. Don Salvador una vez
liberado, con racionalidad, le pone la gorra a otro de los ferroviarios y constata
que la niña responde de manera idéntica ante este estímulo, demostrando su
inocencia y que es ridícula la creencia de los campesinos.
No
Un hombre
rinde un culto de amor secretamente a su inconclusa historia de amor
adolescente. Se dirige todos los años en la misma fecha a la estación donde su
amada, Amanda, tomó el tren que los separaría para siempre, al marcharse casada
con otro. Pero a pocos de días de cumplirse el tercer aniversario de su rito,
recibe una carta de ella. Comienzan a escribirse y deciden encontrarse. Él
viaja al lugar acordado y en el abrazo final de despedida descubre que el
vientre abultado de ella nuevamente los separa.
Análisis de los cuentos
•Enroscado
Narrador: Omnisciente en 3° persona
Personajes: Ortega (padre), Bertito (hijo)
Marco:
Ø El narrador va presentado sucesivamente las escenas en
distintos ámbitos: la casa que deben abandonar, la pensión en la que viven, el
padre en la calle, en la oficina, etc.
Ø Tiempo: sucesión temporal con alusión a las horas del
día, semanas y horarios del trabajo de Ortega.
Utiliza el
presente narrativo para la presentación de las imágenes y secuencias,
procedimiento que anticipa la técnica del cine.
Características:
Soledad /
oscuridad (refugio del niño)
Casa vacía de
madre (de donde se van)
Incomunicación
– escasos diálogos
Incapacidad
del padre para comprender la psicología del niño
Dificultades
económicas
Ira y
violencia contenida
Necesidad
sexual
Necesidad de
una compañera, oprimida por sentimientos moralistas (lo detiene la realidad)
Sentimiento de
abandono en el niño; no sabe que su madre murió:
-
Berto, Bertito, ¿dónde está mamá?
El
niño levanta una mano con el ademán del asombro, el desconsuelo y la total
ignorancia, y dice:
-No
sé, no sé, papá. Me ha dejado solo, me
ha abandonado, papá.
Niño:
Ø Como figurita muda (p.25)
Ø El padre lo ha puesto sentado en la cama y quedó así
por una hora
Ø
No muestra alegría, ni curiosidad (p.27); no tiene
autonomía se deja, lo lleva, lo
sienta, lo arrastra, lo alza, lo lleva al baño
Ø No se relaciona con otros niños (p.41)
Ø Su refugio: debajo de la cama
Ø Su padre lo cree idiota (p.39)
Ø Los demás lo califican de ¨animalito¨
Ø El padre le deja la comida como a un animal
Ø El padre lo considera una cosa (p.40)
“Enroscado”
El niño
comienza a manifestar su malestar, su soledad, su dolor primeramente con el
encierro en la habitación; en un principio solo sale con padre, después, no
quiere salir ni siquiera al baño; por último, se refugia debajo de la cama
luego de que el padre llevara a una mujer a la habitación; se enrosca debajo de
la cama como un animalito (como lo llama la tía y repite la encargada de la
pensión), como una criatura agazapada, como un gato. (p. 47)
Pero también la
tensión va enroscando la relación padre/hijo, la va cerrando al tiempo que los
personajes se van cerrando. Sabemos por sus acciones que el niño se encierra en
sí mismo, pero, por otro lado, el padre queda encerrado y enroscado en el
problema. No pide ayuda externa, a partir de la opinión de la encargada de la
segunda pensión, toma conciencia de la pena del niño que él, en su propio
encierro, había olvidado.
Se enroscan
juntos en la cama matrimonial. (p.40)
El hombre
desenrosca el cinto de su cuerpo para pegarle al niño en un último intento de
resolver su problema, pero el efecto no es el deseado.
El final queda
abierto: ¿podrán seguir enroscándose más?
•Falta de vocación:
Narrador: 3° persona, omnisciente.
Personajes:
Ø Don Pascual, jubilado municipal, 57 años, estudios
primarios (4° grado)
Ø Segura, joven periodista, inquilino y vecino de Don
Pascual.
Marco:
Ø Ciudad de Mendoza
Ø Redacción del diario
Características:
Relación entre
los personajes de charlas pese a la diferencia de edad.
Confronta
escritura literaria y periodística como modos de percepción de la realidad.
Intención de
replantear y cuestionar la función y fin de la escritura misma.
Realidad y
verosimilitud de la información periodística distinta de la construcción
imaginaria de los hechos.
Tratamiento de
una misma noticia por dos periódicos distintos.
Presencia y
concepto de la literatura fantástica. (p.59)
Distintas
opiniones sobre lo fantástico reflejan la realidad de ese momento de la
literatura argentina. Muestra la
reticencia a una literatura que parece ingenua frente a una realidad más
concreta. Cuestionamiento de la fantasía frente a la realidad social e
histórica.
Reflexiones
sobre el trabajo de escritor.
Imaginación
desbordada de Don Pascual.
Don Pascual
renuncia a la fantasía pura y puede interpretarse como una renuncia simbólica
hacia un modo de escritura que el mismo autor había emprendido bajo el signo de
la censura.
As
Narrador: en 3° persona asume la forma impersonal de la transmisión de los
sucesos. La omniscencia del narrador se
hace presente en la transposición indirecta de algunos diálogos, de los
pensamientos de los personajes. El
narrador impone su predominio como emisor.
Varía sus puntos de vista mediante la introducción de estilos directo e
indirecto y la intercalación de diálogos directos en los que los personajes
asumen la voz narrativa.
Personajes: padre e hija en las dos
historias; encargado seductor en trama 1; instructor de póker, seductor en
trama 2.
Marco:
Ø Carece de localización espacial y temporal aunque
algunos elementos de la narración nos sitúan en el arrabal de una ciudad, en
ambientes marginales o suburbios de la gran ciudad poblados por emigrantes o
emigrados de las provincias.
Ø Tiempo: contraste entre el tiempo breve que se le
asigna a los personajes y el tiempo
dilatado del narrador en el desarrollo de la trama.
Características:
Diferente
condición económica de las dos familias.
Incultura.
Soledad del
anciano.
Carencia de
valores morales que trastoca los vínculos padres-hijas. Los valores humanos y afectivos han quedado
degradados por la necesidad de provecho.
Pasión por el
juego y el azar que se repiten de manera sucesiva y circular.
Condición de
la mujer ligada a la rentabilidad y utilidad: primera trama, para el cuidado
del padre, de la casa y del negocio;
segunda trama, con fines económicos a través del juego
Abuso / Explotación:
Ø Primera trama: la hija del anciano relega su vida a
los cuidados del padre, la tienda y la casa, también Manuel, el encargado,
comienza una relación con la joven y, de esa manera, hace abuso de su lugar y
sobrepasa las tareas que le corresponden como dependiente, adueñándose de la
situación, de la tienda y de la voluntad de la hija del anciano.
Ø Segunda trama: el padre explota a la hija para ganar
dinero fácil; el procurador explota la situación prometiendo un juicio que
nunca se realizará; el “compadrito” explota a Rosa Esther para su propio
beneficio. El juego, como común
denominador de estas situaciones.
Relato
planteado como un juego, no sólo de azar, sino como un juego absurdo de
relaciones humanas fundadas en la amoralidad y la degradación y, al mismo
tiempo, en la confianza en el azar como el medio para solucionar los problemas
económicos.
El juicio de Dios
Narrador: Omnisciente que presenta los hechos desde el punto de vista de Don
Salvador (su vivencia) y de las conjeturas o hipótesis de los peones (visión a
distancia).
Personajes:
Ø Don Salvador, jefe del ferrocarril, representante de
la civilización. Nombre alegórico a una situación trágica que debe impedir.
Ø Peones del ferrocarril.
Ø Abuela
Ø Nieta
Ø Campesinos
Ø La Juana (ausente)
Marco:
Ø Principios del siglo XX, 1907, Mendoza, ciudad de San
Rafael en evolución por la llegada del ferrocarril.
Ø Desierto mendocino de la región cordillerana. Campo trabajado por campesinos.
Utilización
del presente narrativo. El despliegue de
las secuencias recurre a la técnica cinematográfica, combinando el juego de
enfoques de aproximación y alejamiento de los personajes en la sucesión
secuencial, intercalando diálogos breves para reforzar los cambios de
perspectivas.
Características:
Enfrentamientos
de dos mundos: civilización y barbarie. Parodia. Don Salvador Quiroga.
Desarrollo /
industrialización / comercio vs. campesinos aislados de los centros urbanos,
embrutecidos en su primitivo modo de existencia.
Soledad del
lugar.
Ausencia de
madre y padre.
Preocupación
de la ausencia materna porque no hay nadie que realice las duras tareas del
hogar.
Cuadros
caricaturescos (pelea con alpargata).
Contención de
emociones violentas (Don Salvador).
Ignorancia /
incultura.
Sometimiento.
Incomunicación
como cuestionamiento del lenguaje y sus posibilidades comunicativas entre
interlocutores que pertenecen a ámbitos diferenciados. Esta incomunicación es
el trasfondo de lo trágico y lo que da lugar a situaciones grotescas. Campesinos: razonamiento infantil, primitivo,
supersticioso fundado en creencias mágicas y sobrenaturales pero respetado por
la autoridad del patriarca. Esto contrasta con el lenguaje más culto del jefe
de estación y el predominio de la razón para resolver una situación
grotesca.
Realismo
descriptivo: realidad del país y de la región andina; no hay denuncia social.
No
Narrador: primera persona.
Personajes:
Ø Joven enamorado.
Ø Amanda, amor adolescente, casada con otro hombre.
Marco:
Ø Ciudad
Ø Estación de tren
Características:
Distinto de
los otros cuentos: deja de lado el problema humano y social localizado en
alguna zona.
Presenta una
problemática individual y sentimental que se convierte en parodia. La parodia de la literatura sentimental y
romántica se recrea en el desenlace del relato por el absurdo encuentro y el
anacronismo descriptivo (fuera de época).
También está
presente el silencio por la ausencia de Amanda durante tres años.
Presencia del
otro (marido); número 3 aparece reiteradamente en la historia.
Presencia del
otro (curvatura del vientre); número 4 también reiterado.
Sentimientos
de ofuscación, de derrota.
Impera el
realismo de los sentimientos y se imponen con una carga de sensatez y
racionalidad.
No hay
elementos simbólicos, alegóricos ni fantásticos.
Aceptación y
resignación de la realidad que resulta adversa a sus deseos.
Algunos puntos en común entre los cuentos que queremos
destacar:
•El grotesco:
“Grot” era el
título original con que se publicaron los cuentos en el año 1957, en la segunda
edición -a cargo de Galerna- en 1969, el autor decidió conservar el título
“Cuentos claros” que era el primero que había elegido para ellos.
Como él mismo
explica, “Grot” son las primeras cinco letras de la palabra “grotesco” “porque eso son -aclara- cuentos grotescos.”
Para Mauro Castellarín
“Más que grotescas, estas narraciones
reiteran el absurdo de la vida, la sinrazón de las situaciones a las que es
expuesto y a las que se somete el ser humano ante diversas circunstancias
vitales.”
Pero Néspolo
señala, además que “sería erróneo
desconocer que el nombre remite a otro gran sistema de ficciones, el de la
narrativa sureña norteamericana[3]
a la que ya desde la mitad del presente siglo se caracterizaba, a veces
peyorativamente, como grotesca”.
A groso modo
distinguimos en cada cuento:
Enroscado: la vida de un hombre que no puede afrontar el comportamiento de su
pequeño hijo.
Falta de vocación: Don Pascual es asediado por sus fantasmas y huye de
la escritura.
As: dos hombres disputándose la suerte de una mujer como si fuera una mercancía.
El juicio de Dios: una familia capaz de liquidar a un hombre ante la
sola palabra de una niña.
No: Un vientre que deshace cualquier posibilidad de la concreción de un
amor eternamente platónico.
En “El juicio
de Dios” las situaciones grotescas se llevan al extremo:
El jefe de
ferrocarril porta orgulloso una gorra con faltas de ortografía que pone en
juego el equilibrio de la incultura representada en el grupo de campesinos.
Hay un duelo
entre padre e hijo resuelto con una alpargata como arma.
Don Salvador
que se cree el salvador del sistema ferroviario argentino.
El
razonamiento del “padre” no está fundado en lo racional sino en lo
sobrenatural.
•El destino:
En estos
cuentos encontramos que no hay explicaciones causales para los acontecimientos.
Los hechos ocurren, suceden, como si los personajes estuvieran destinados a
pasar por ellos. El narrador sólo obtiene los datos de su mirada atenta y
objetiva y se limita a relatarlos.
•Ausencia de la mujer:
Creemos
también que existe una conexión entre los cuentos con respecto al tema de la
ausencia femenina como desencadenante de los sucesos. A excepción de “Falta de
vocación” en el que la esposa de Don Pascual no ejerce influencia sobre su
marido, en el resto podemos observar:
Enroscado: la muerte de la madre desencadena la acción que da lugar al argumento.
As: las salidas, al cine primero y con diferentes motivos después, de la
hija del anciano enfermo son la razón por la que se decide contratar a Rosa Esther.
A su vez, Rosa Esther llega en compañía de su padre a buscar el trabajo, Rosa
Esther, se ausentará de su casa para cumplir esta tarea. Finalmente, la joven
será raptada “desapareciendo” nuevamente de su hogar.
El juicio de Dios: la ausencia de “La Juana” es el hecho del que se lo
acusa a Don Salvador y por lo cual es retenido.
No: la ausencia de Amanda es la causa del rito amoroso del protagonista,
el tema y el desenlace del cuento.
•La noche:
La noche, como
afirma Varela en sus “Reflexiones…”, constituye
un núcleo privilegiado en el proceso creativo de este autor.
Enroscado: El niño se esconde de noche, prefiere la oscuridad. De noche recorta
la foto de su mamá.
El padre “espera la noche, que es más propicia para
la efusión de sentimientos (…) más apta”.
Falta de vocación: Don Pascual tiene pesadillas, de noche.
En un escrito
de don Pascual: “de noche la sombras de
los árboles es de las parejas”
El autor nos
sitúa: “Ahora es de noche…” El ámbito
de Don Pascual: “Todas las noches al
acostarse Don Pascual come confites”, “Él hubiera preferido quedarse a
oscuras”. La oscuridad, la noche, hacen que aparezca su visión (mosca-murciélago);
Don Pascual tiene pesadillas, de noche.
As: La hija del anciano decide comenzar a realizar salidas nocturnas, lo
que altera la vida de ese hogar. Por las noches el viejo y Rosa Esther juegan
ajedrez. Finalmente la muchacha entra en el mundo nocturno del juego.
El juicio de Dios: el tren chocará en la oscuridad de la noche y los
sucesos solo se esclarecerán al amanecer.
No: el rito de amor se cumple de noche.
• El silencio
El silencio es
un elemento que aparece en todos los cuentos
Enroscado: Parte de la comunicación entre padre e hijo se debe al no hablar
“Entre los dos median silencios que parecen olvidos”(En relación a la tía y al niño)
“Camina, el hombre solo, con una figurita muda tomada
de la mano, y tampoco él pronuncia una palabra”
“Pero no habla, no muestra alegría, ni satisfacción,
ni siquiera curiosidad.”
“Pero la voz no le sale de la garganta.”
“Quiere decirlo con su voz más tierna y protectora,
pero la voz no le sale de la garganta.”
“Y él que nunca le habla de la madre… Para no hacerlo
sufrir, ha creído hasta ahora.”
“El niño no contesta los reproches. Nada dice a la
averiguación del padre.”
“El niño sólo le devuelve silencio”
“Se salva de unos lagrimones de protesta sólo porque
la criatura está ejercitada en la resignación silenciosa.”
“Ya no habla, no llama, no pregunta con palabras.”
Lo no dicho,
también está presente desde el narrador: entendemos que el padre compra y
acerca al hijo una “pelela” o “bacinilla” pero esta palabra no aparece a pesar
de la importancia del objeto en las acciones. De esta manera, con sumo cuidado,
el narrador adopta el punto de vista del padre, cuidando tanto su pudor y como
respetando su silencio.
Falta de vocación: El silencio antecede y precede a la muerte “Sin avisarse el uno al otro, miran en el
mismo instante y ven al hombre que cae, de un piso altísimo, con un largo grito
de miedo. El cuerpo contra el suelo hace un ruido aplastado, y se acaba el
grito.”
Don Pascual y
su mujer callan “Nada más. Sin embargo,
esa noticia, que por su modo se ha vuelto diferente de la otra, le produce
determinada excitación, de la que no habla.”
“Ella asombrada y en silencio, husmea.”
En uno de los
cuentos que Don Pascual escribe, el personaje es una niña que llora sin hacer
ruido.
Don Pascual
necesita el silencio para escribir, aunque puede pensar con ruido. Ha escrito durante toda su vida pero no puede
mostrárselo a nadie, en esos escritos narra, por ejemplo, los sucesivos
gobiernos (de eso no se puede hablar).
As: Rosa Esther se caracteriza por su sumisión y sus pocas palabras “Vela al amo en silencio.”, “Ella se
mantiene calladita en su rincón, mirándolo o mirando quién sabe qué.”, “Nunca
habla en la mesa. Nunca habla con los hombres. Lleva semanas de alternar con
ellos y nada ha conseguido perturbarla. Ni las malas palabras.”
El juicio de Dios: la espera de la “respuesta de Dios” se precede y se
sucede de silencio, “Desde su embozamiento
en la oscuridad, los hombres y la vieja calculan, segundo a segundo el instante
del encuentro, tienen los oídos preparados para escuchar el estruendo más
grande que se haya producido en esos campos.”, “En el galpón se ha establecido
el silencio”, “Ellos creen mientras caminan tres pasos, que han recuperado la
libertad. La escopeta les apunta y el hombre marca la regla “Mucho silencio”.”
No: El protagonista calla su amor por tres años “En la noche del tercer aniversario, en medio de la turbulencia de los andenes,
no podía musitar la frase de ternura que tengo pensada para ella.”, “Y la
nostalgia se debatía con cierto orgullo, el orgullo de poder confesar un amor
tan callado y tan desprovisto de futuro. Pero no hablé” Ella también calla
y en su carta, luego de la confesión no dice, a lo cual el narrador expresa “Rogué, entonces. Le rogué que me dijera
algo, aunque fuese la palabra de la condenación y el olvido”, “Quedó en
suspenso el diálogo, por mi voluntad y mi silencio, hasta asegurarme la
posibilidad del viaje.”
Bibliografía citada y consultada
•Durchi,
Celine, “La presencia del mal en los cuentos fantásticos de Antonio Di
Benedetto”, Tesina Máster, Universiteit Gent, 2009.
•Delgado,
Sergio, “Realismo y Región. Narrativas de Juan Carlos Dávalos, Justo P. Sáenz,
Amaro Villanueva y Mateo Booz” en Historia
Crítica de la literatura argentina, Director Noé Jitrik, T.6, El imperio
realista, M.T. Gramuglio comp., Bs. As., Emecé, 2000.
•Di Benedetto,
Antonio, Cuentos Completos, Adriana
Hidalgo, 2009.
•Di Benedetto,
Antonio, Cuentos Claros, Adriana
Hidalgo, 1999.
•Foffani et
alt., “Más allá del regionalismo: la transformación del paisaje” en Historia Crítica de la literatura argentina,
Director Noé Jitrik, T.11, La narración gana la partida, E. Drucaroff comp.,
Bs. As., Emecé, 2000.
•Néspolo,
Jimena, Ejercicios de pudor, Bs. As.,
Adriana Hidalgo, 2004.
•Mauro
Castellarín, Teresita, La narrativa de
Antonio Di Benedetto, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1992.
•Prieto,
Martín, “Escrituras de la “zona”” en Historia
Crítica de la literatura argentina, Director Noé Jitrik, T.10, La irrupción
de la crítica, S. Cella comp., Bs. As., Emecé, 2000.
•Saer, Juan
José, “Antonio Di Benedetto” en El
concepto de ficción, Buenos Aires, Ariel, 1997.
•Varela,
Fabiana Inés, Reflexiones sobre el
proceso creador en Antonio Di Benedetto, Revista de Literaturas Modernas,
Número 35, 2005.
Artículos:
•“El hacedor de silencios” Por Mariano Dupont, en http://www.literatura.org/DiBenedetto/adbC1.html
•“Informe hospitalario” Por Daniel Espinar,
en
http://miedoalaliteratura.wordpress.com/2011/04/12/informe-hospitalario-06042011-antoniodibenedetto/
•“Sobre el arte de la espera” Por Juan
Sasturain, en
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-193451-2012-05-07.html
[1] “Luchar contra la palabra. Diálogo con Antonio
Di Benedetto” por Ricardo Zelarayán en la edición de Cuentos Claros citada.
[2] Entre algunos de los
representantes de la “generación intermedia” estarían: Adolfo Bioy Casares,
José Bianco, Alfredo Varela, Antonio di Benedetto, Leopoldo Marechal, Joaquín
Gómez Bas, Manuel Mujica Láinez, Abelardo Arias, Arturo Cerretani, Julio
Cortázar y Ernesto Sábato, entre otros. El historiador literario Adolfo Prieto
sostiene que la llamada Generación Intermedia,
posterior al movimiento literario de Martín Fierro recluta a los novelistas y
cuentistas argentinos nacidos entre 1905 y 1920 que, en buena parte han publicado
sus primeros libros durante la década del 40-50. El nombre de “Intermedia”, se
aplica a esta generación o grupo de narradores, porque abarca la amplia tierra
de nadie entre la real vigencia de los grupos de Florida y de Boedo (cuyo
término puede fijarse un poco después de 1930) y el rebrote de la vida
literaria posterior a la caída del peronismo. Sin embargo, la mayoría de los
escritores intermedios inician su actividad literaria poco antes del régimen
peronista, publicando en revistas y en diarios. Durante el peronismo, algunos
se repliegan, otros no; unos se autoexilian, otros no. Es hasta la caída del
peronismo cuando virtualmente sus obras –y sus nombres- son proyectados a nivel
internacional.
[3] William Goyen, Katherine Ann
Porter, Carson McCullers, Robert Penn Warren, Eudora Welty y en su primer
momento Truman Capote fueron considerados como “escritores sureños” amparados
por la sombra de William Faulkner.

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